Contar con máquinas de soldar de alta calidad con componentes de fácil mantenimiento y reparación siempre es recomendable, no obstante, es inevitable que tiendan a deteriorarse. Todo tiene un fin en esta vida, pero es posible ralentizar el desgaste, lo que será muy ventajoso para su economía. ¿Cómo? Se los diremos a continuación.
Checar el nivel de refrigerante
Los equipos de soldadura más potentes para aplicar TIG o MIG/MAG requieren un sistema de refrigeración por líquido. Es crucial verificar regularmente el nivel de refrigerante y rellenarlo antes de que alcance el mínimo. Esto no solo reduce la posibilidad de interrupciones en momentos críticos, sino que garantiza que siempre se utilice el refrigerante adecuado.
Revisar con frecuencia los consumibles
Los consumibles más importantes en las máquinas de soldar incluyen el electrodo, punta de contacto y tobera de gas. En sistemas de alta calidad, estos componentes se diseñan para detener automáticamente el funcionamiento si detectan fallas, evitando daños graves.
No obstante, en equipos más económicos, problemas como una punta de contacto obstruida pueden generar un mal funcionamiento del aporte de hilo, lo que provoca sobrecarga del motor y en otros componentes. Revisar los consumibles con frecuencia ayuda a prevenir tiempos de inactividad inesperados y prolonga la vida útil del equipo.
Verificar el funcionamiento de la bomba
La bomba de refrigeración es un componente esencial en los sistemas que operan con líquidos. Un mal funcionamiento del circuito de refrigeración o de la bomba puede reducir drásticamente la vida útil de la soldadora inversora u otras variantes para soldadura, ya que el calor acumulado podría dañar el sistema.
Para verificar su correcto desempeño, desconecte la línea de retorno y deje que el líquido fluya en un recipiente durante un minuto. Si se recogen al menos 1.5 litros, la bomba está funcionando correctamente. Asimismo, es crucial mantener un nivel adecuado de refrigerante, ya que operar en seco podría dañar irreparablemente la bomba.
Usar un buen refrigerante
El refrigerante recomendado por el fabricante es esencial para mantener el sistema de refrigeración en buen estado. Sustitutos como agua desmineralizada pueden parecer soluciones prácticas, pero a largo plazo causan serios problemas en las máquinas de soldar, como:
- Corrosión. El agua contiene partículas y sales que pueden corroer las tuberías y juntas del sistema.
- Depósitos de cal. El uso de agua con alta dureza genera acumulación de cal o sarro en las tuberías, afectando la circulación y reduciendo la eficiencia del sistema de refrigeración.
- Formación de algas. El agua del grifo puede fomentar la aparición de algas, cuya acumulación daña componentes críticos como la bomba.
Un buen refrigerante ofrece protección contra la corrosión, es incombustible, actúa como anticongelante y permite una eliminación respetuosa con el medio ambiente.
Revisar rápidamente el ventilador
El ventilador es vital para mantener los componentes electrónicos, como placas de circuitos y controles, a una temperatura segura. Si falla, el sobrecalentamiento podría inutilizar estos elementos. Muchos equipos cuentan con ventiladores que continúan funcionando tras apagar el dispositivo para disipar el calor residual. Una forma sencilla de comprobar si el ventilador cumple su función es escuchar su sonido o verificar si sus componentes siguen en movimiento después de apagar el equipo.
Mantén el equipo libre de polvo
El polvo puede afectar tanto los componentes mecánicos como electrónicos de la soldadora portátil y la estacionaria, reduciendo su vida útil. Una manera eficiente de limpiar el polvo acumulado es mediante aire a presión, especialmente en las ranuras del disipador, lo que asegura una ventilación adecuada.
Igualmente, al menos una vez al año, se recomienda realizar una limpieza interna más exhaustiva. Esta tarea debe ser realizada por personal capacitado, para evitar daños en piezas delicadas como los circuitos impresos. Es importante no dirigir el aire comprimido directamente sobre estos componentes a corta distancia, ya que podría dañarlos.
Proteger el equipo durante el almacenamiento
Aunque los equipos de soldadura industrial son muy robustos, es fundamental seguir ciertas precauciones cuando no se utilizan durante largos periodos. Primero, eviten almacenarlos en ambientes con exceso de polvo, ya que este puede infiltrarse y dañar los componentes internos. Asimismo, asegúrate de que el lugar de almacenamiento esté libre de humedad para prevenir la corrosión, que puede afectar tanto las piezas de la carcasa como los sistemas de desplazamiento.
Finalmente, siempre desconecta el equipo de la red eléctrica cuando no esté en uso. Esto no solo ahorra energía, sino que protege los componentes electrónicos frente a posibles daños por sobretensiones, como las causadas por descargas eléctricas.
Aprovecha los programas de mantenimiento del fabricante
Conocer a fondo tu equipo de soldadura es clave para optimizar su rendimiento. Para ello, es indispensable leer el manual del usuario y seguir las instrucciones del fabricante, donde se detallan aspectos importantes sobre el uso y cuidado del sistema.
Los fabricantes de equipos de alta calidad suelen tener un fuerte compromiso con la durabilidad de sus productos. Una estrategia efectiva para prolongar la vida útil de tu equipo es contratar un programa de mantenimiento directamente con ellos. Estos servicios no solo garantizan un mantenimiento adecuado, sino que igual proporcionan acceso a soporte técnico especializado, siempre disponible para resolver dudas y ofrecer recomendaciones específicas sobre el cuidado del equipo.
Además de aplicar estas estrategias, recuerden que es importante contar con máquinas de soldar de alta calidad. En Tecnologías en Soldadura las encontrarán. Pidan más información al (222) 570 2046 o escríbanos a nuestras líneas de WhatsApp: (222) 293 1441 y (222) 561 4294.